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El sacerdote le dijo a David:

—Aquí no tengo pan común y corriente, pero sí tengo algo de pan sagrado. Tus oficiales lo pueden comer si no han tenido relaciones sexuales con ninguna mujer.[a]

David le respondió:

—No hemos estado con ninguna mujer. Mis hombres mantienen su cuerpo puro cada vez que salimos a la batalla, aun en misiones ordinarias.[b] Y especialmente hoy, que nuestra misión es extraordinaria.

Como no había más pan que el sagrado, el sacerdote le dio a David de ese pan. Era el pan que los sacerdotes ponían en la mesa sagrada ante el SEÑOR. Todos los días lo quitaban y lo cambiaban por pan fresco.

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Footnotes

  1. 21:4 Tus oficiales […] ninguna mujer Esto hacía impuros a los hombres. Tampoco podían comer nada que por haber sido ofrecido a Dios fuera sagrado.
  2. 21:5 Mis hombres […] ordinarias Ver 2 S 11:11 y Dt 23:9-14.